"Is There Anybody Out There?" no es solo otro blog de música; es una expedición arqueológica sonora que desentierra tesoros musicales sepultados por el tiempo y el olvido. Con la pasión de un detective y el corazón de un poeta, el señor X se sumerge en las profundidades de álbumes que, aunque fundamentales, han sido injustamente relegados a las sombras de la historia musical prometiendo sacudir el polvo de esos vinilos olvidados. Cada entrada es una odisea que nos lleva de vuelta al momento en que estos discos vieron la luz, desentrañando las circunstancias que los vieron nacer y el eco que dejaron en el mundo. El blog no se conforma con reseñas superficiales. Aquí, la música se disecciona con el cuidado de un cirujano y se analiza con la minuciosidad de un científico. Pero no te equivoques, no es un ejercicio frío y académico. El señor X inyecta en cada palabra la pasión de un fan y la narrativa cautivadora de un contador de historias. "Is There Anybody Out There?" es más que un nombre; es un grito de guerra, un llamado a todos los amantes de la música a unirse en esta cruzada por redescubrir las joyas perdidas del panorama musical. Es una invitación a abrir los oídos y la mente, a sumergirse en sonidos que quizás pasamos por alto la primera vez, pero que merecen una segunda, tercera y enésima escucha. En un mundo saturado de listas de reproducción algorítmicas y éxitos prefabricados, este blog se erige como un faro para aquellos que buscan algo más profundo, más auténtico. Es un recordatorio de que detrás de cada disco hay una historia esperando ser contada, una pieza del rompecabezas cultural que merece ser encajada. Así que, si alguna vez te has preguntado si hay alguien más ahí fuera que aprecia la música como tú, que busca significado en cada nota y poesía en cada acorde, la respuesta es un rotundo sí. Y ese alguien te está esperando en "Is There Anybody Out There?", listo para embarcarse contigo en un viaje musical que promete ser tan emocionante como revelador.

domingo, 15 de junio de 2025

ESPECIAL JUNIO 2025 "Alan Parsons On Air"




Alan Parsons – On Air (1996): Una travesía sonora por los cielos del alma.

Cuando uno se sienta a escuchar On Air, no solo está poniendo en marcha un disco de música rock progresiva, sino que se embarca en un viaje temático hacia lo más alto del cielo —literalmente. Alan Parsons, el legendario ingeniero de sonido de The Dark Side of the Moon y cerebro detrás de The Alan Parsons Project, nos invita con este álbum a sobrevolar la historia de la aviación, la conquista del aire y el espacio, y también, con sutileza, nuestras propias aspiraciones humanas de volar más allá de los límites conocidos.

Lanzado en 1996, On Air es el segundo álbum de estudio que Parsons firma en solitario, tras Try Anything Once (1993), y se siente como una continuación lógica, aunque con un enfoque más conceptual. Aquí, cada pista es una pieza cuidadosamente ensamblada en una narrativa que atraviesa épocas, desde los primeros sueños de Ícaro hasta la exploración espacial.

Blue Blue Sky 0:46

Too Close To The Sun 5:12

Blown By The Wind 5:22

Cloudbreak 4:41

I Can't Look Down 4:32

Brother Up In Heaven 3:57

Fall Free 4:20

Apollo 6:05

So Far Away 4:05

One Day To Fly 6:13

Blue Blue Sky 4:23

Además del propio disco se incluyó un CD-Rom con información sobre la historia aeronáutica.

El álbum gira alrededor de un hilo conductor: el deseo humano de volar. Y esto no solo se entiende como un tema físico o histórico, sino también simbólico: el impulso de superar nuestras limitaciones, la tensión entre el riesgo y la gloria, el temor a la caída. Es un tema que Parsons y su equipo tratan con una seriedad casi poética, pero sin perder la accesibilidad pop que siempre caracterizó al Project.

Desde el primer tema instrumental, “Blue Blue Sky”, se nos prepara emocionalmente con una atmósfera melancólica, íntima, casi nostálgica. La voz de Eric Stewart (ex-10cc) es suave, evocadora, como un susurro que despierta el deseo de mirar al cielo. Luego, en su segunda parte, la canción se convierte en un reprise que cierra el álbum como un ciclo, como si al final del viaje volviéramos a aterrizar.

Canciones destacadas: precisión y emoción

“Too Close to the Sun” es una de las joyas del disco, tanto por su letra como por su producción. Aquí el mito de Ícaro es revivido en clave moderna: “The dream that flew too high / and fell in flames to earth.” Hay algo profundamente humano en esa imagen: la eterna lucha entre ambición y humildad. Musicalmente, la canción está estructurada con una limpieza que asombra. Las capas de sintetizadores, los arreglos orquestales sutiles y la voz precisa de Neil Lockwood forman un equilibrio entre lo técnico y lo emotivo.

“Brother Up in Heaven” merece una mención especial. Escrita por Ian Bairnson (guitarrista de siempre de Parsons) como homenaje a su primo, un piloto fallecido en Bosnia, es probablemente la canción más sentida del álbum. Aquí no hay conceptos abstractos ni vuelos poéticos: hay pérdida real, duelo, memoria. El tema logra tocar una fibra humana muy profunda sin caer en lo cursi. Es desgarrador y bello.

“So Far Away” y “Fall Free” aportan dinamismo al conjunto. La primera, con un enfoque más ambiental, mezcla melodía y contemplación. La segunda, inspirada en el paracaidismo, es quizás el track más “ligero” en tono, pero aporta esa bocanada de libertad, ese salto sin red que también forma parte del viaje.

La producción: una mezcla entre lo etéreo y lo mecánico

Como era de esperarse de alguien como Parsons, la producción es simplemente impecable. Cada sonido está puesto con precisión quirúrgica. No hay notas fuera de lugar, ni texturas sin propósito. A veces, esta obsesión por el detalle puede hacer que el álbum parezca un poco frío, como si estuviéramos contemplando una obra de ingeniería más que una explosión de emociones. Pero es un rasgo característico de Parsons: la emoción está ahí, pero viene filtrada, calculada, empaquetada en armonías cristalinas.

Sin embargo, On Air no es un disco para consumir rápido. No tiene hits inmediatos como “Eye in the Sky” o “Games People Play”. Es un álbum de escucha lenta, de detalles, que revela su profundidad tras varias vueltas. Como esos vuelos largos en los que, solo al mirar por la ventanilla después de un rato, uno se da cuenta de lo lejos que ha llegado.

Tal vez lo más valioso de On Air es cómo logra conectar un tema tan técnico y aparentemente frío —la aviación, la exploración espacial— con emociones humanas universales: el duelo, la ambición, la libertad, el miedo a caer. Parsons no se limita a hacer un álbum “temático” en sentido literal. Él humaniza el aire, le pone alma al vuelo. En una época (los años 90) donde el rock progresivo parecía un vestigio del pasado, On Air se siente como un suspiro elegante de una era donde la música todavía podía ser grandiosa sin ser pretenciosa.

Conclusión: un vuelo que vale la pena repetir

On Air no es un álbum inmediato ni complaciente. Es sobrio, conceptual, y en algunos tramos puede parecer demasiado controlado. Pero es justamente en esa contención donde reside su poder: es un homenaje serio y sentido al sueño de volar. Alan Parsons demuestra que aún en tiempos de tierra firme, todavía hay espacio para elevarse, mirar desde arriba y entender un poco más de lo que somos.

Porque al final, volar no es solo despegar: es también atreverse a mirar abajo y seguir adelante, incluso sabiendo que podríamos caer.

En On Air (1996), Alan Parsons contó con varios artistas invitados destacados, tanto en la interpretación vocal como en la composición e instrumentación. A continuación te detallo los principales colaboradores del álbum:

🎤 Vocalistas invitados

Eric Stewart

Ex miembro de 10cc.

Voz en “Blue Blue Sky” (Partes I y II).

Su voz suave y melódica aporta calidez y una sensación de melancolía introspectiva, ideal para abrir y cerrar el álbum.

Neil Lockwood

Vocalista británico conocido por su trabajo con ELO Part II y la banda de Jeff Wayne.

Voz en:

“Too Close to the Sun”

“Fall Free”

“So Far Away”

Tiene un tono versátil que se adapta muy bien a la mezcla de rock melódico y progresivo del disco.

Christopher Cross

Reconocido por éxitos soft rock como “Sailing” y “Arthur’s Theme”.

Voz en “So Far Away” (sí, esta canción tiene doble voz: Cross y Lockwood).

Su timbre delicado y emotivo añade una capa nostálgica que refuerza el carácter contemplativo del tema.

Steve Overland

Vocalista de las bandas FM y Wildlife.

Voz en “I Can’t Look Down”.

Aporta una interpretación más energética y directa, con un estilo entre rock clásico y AOR.

Graham Dye

Conocido por su trabajo con la banda Scarlet Party.

Voz en “Brother Up in Heaven”.

Su interpretación es una de las más emotivas del álbum, debido a la carga personal de la canción.

🎸 Instrumentistas clave

Ian Bairnson – Guitarra eléctrica y acústica

Miembro clave del Alan Parsons Project, coautor de varias canciones, incluyendo la desgarradora “Brother Up in Heaven”, que escribió como homenaje a su primo fallecido.

Stuart Elliott – Batería y percusión

Otro veterano del Project. Su estilo elegante y contenido es esencial para la atmósfera controlada del álbum.

Richard Cottle – Teclados, sintetizadores y saxofón

Sus aportes electrónicos y texturales son parte del sello sónico de On Air, mezclando tecnología con sensibilidad musical.

Alan Parsons – Producción, ingeniería, sintetizadores y algunas partes vocales

Aunque Parsons no suele cantar en sus discos, sí participa activamente en los coros y arreglos. Su producción es como siempre pulcra y meticulosa.


🛠️ Otros colaboradores técnicos

David Pack (de la banda Ambrosia) – Aunque no canta en este álbum, sí había trabajado con Parsons en discos anteriores y su influencia estética puede sentirse en el enfoque vocal melódico.

En resumen, On Air se apoya en un reparto coral de voces masculinas, todas elegidas cuidadosamente por su capacidad de transmitir distintas emociones asociadas al vuelo: la nostalgia, el riesgo, la libertad, la pérdida, el asombro. Cada uno de estos vocalistas aporta una textura diferente, ayudando a que el álbum, aunque conceptual, tenga variedad y riqueza emocional.

Gira del álbum On Air 

La gira del álbum On Air de Alan Parsons, realizada entre 1996 y 1997, fue una extensión natural del concepto del disco: un espectáculo pensado no solo para presentar nuevas canciones, sino para ofrecer una experiencia inmersiva, elegante y técnicamente impecable, como siempre ha sido el sello de Alan Parsons.

Aunque On Air no fue un éxito comercial masivo como lo fueron discos anteriores del Alan Parsons Project, la gira recibió críticas positivas por su solidez técnica, su propuesta conceptual coherente y por la entrega profesional de los músicos en escena.

✈️ Características principales de la gira On Air

🎶 Repertorio: un equilibrio entre lo nuevo y lo clásico

La gira incluyó varias canciones del álbum On Air, como:

“Too Close to the Sun”

“Fall Free”

“Brother Up in Heaven”

“Blue Blue Sky”

“So Far Away”

“I Can’t Look Down”

Estas se intercalaban con grandes clásicos del Alan Parsons Project, lo que permitía mantener al público comprometido incluso si no conocía en profundidad el nuevo material. Entre los temas clásicos más frecuentes estaban:

"Sirius/Eye in the Sky”

“Luciferama” (como introducción instrumental)

“Old and Wise”

“Games People Play”

“Don’t Answer Me”

Este balance funcionaba muy bien, ya que las nuevas canciones compartían ADN estilístico con el repertorio clásico, y la producción del directo ayudaba a unirlo todo en una sola experiencia.

🎤 Formación en vivo: músicos sólidos y voces 

La banda en directo era una extensión del equipo de estudio:

Alan Parsons – dirección general, teclados, ocasionalmente en coros.

Ian Bairnson – guitarras (pieza clave del sonido Parsons desde los inicios).

Neil Lockwood – voz principal en muchos de los temas nuevos y clásicos. Su rango vocal y estilo le permitieron interpretar tanto material de On Air como clásicos originalmente cantados por otros vocalistas del Project.

Stuart Elliott – batería.

Guy Babylon – teclados (tecladista habitual de Elton John).

Peter Beckett – bajo y coros.

La gran ventaja de esta formación era la versatilidad vocal: Lockwood y Beckett podían cubrir una gran variedad de estilos y registros, lo cual es vital dado que el Alan Parsons Project siempre tuvo distintos cantantes en estudio.


🌌 Producción escénica: elegancia sobre espectacularidad

A diferencia de otras bandas de rock progresivo, la puesta en escena de Parsons nunca ha sido sobrecargada. La gira On Air no fue una excepción: el espectáculo se centró en la calidad del sonido, la precisión instrumental y el uso contenido de proyecciones visuales y luces, evocando paisajes aéreos, cielos y elementos espaciales para reforzar el concepto del disco.

No hubo fuegos artificiales ni escenografías teatrales al estilo de Pink Floyd. En cambio, el enfoque fue atmosférico y sofisticado, dejando que la música transmitiera la emoción.

🌍 Itinerario y recepción

La gira no fue masiva en términos de ciudades, pero sí abarcó Europa, algunos puntos en Estados Unidos y América Latina, con particular recepción en Alemania, España y México, donde el Alan Parsons Project siempre ha mantenido una sólida base de fans.

En algunas ciudades, la gira incluyó presentaciones en teatros y auditorios en lugar de grandes estadios, lo que favorecía la apreciación de los detalles musicales y el ambiente íntimo del álbum.

La gira de On Air fue coherente con el espíritu del disco: inteligente, reflexiva y sin excesos. No buscó impresionar con efectos deslumbrantes, sino ofrecer un espectáculo musical de primer nivel, con interpretaciones vocales sólidas, arreglos fieles y una producción cuidada. Fue una gira para fans de la música bien hecha, de los álbumes concepto y del legado sonoro de una mente brillante como Alan Parsons.

Playlist que recrea el espíritu de la gira On Air de Alan Parsons, combinando versiones en vivo (oficiales y destacadas) con grabaciones de estudio cuando no existen versiones en vivo publicadas. El objetivo es captar el flujo típico de un concierto de aquella época: iniciar de forma atmosférica, introducir las piezas nuevas y mezclar clásicos cuidadosamente.

BOOTLEG: On Air Live Experience

Bootleg del Sr.X



🎧 Playlist: On Air Live Experience

Intro / Ambientación aérea

Sirius/Eye in the Sky” 

Siempre una de las más esperadas. Neil Lockwood  la cantaba en vivo.

“Fall Free” 

Más ligera y rítmica, da energía sin romper el concepto.

“I Can’t Look Down”  

Rock progresivo melódico con mucho gancho, interpretado por Steve Overland en la versión de estudio.

"Cloudbreak"

Tema instrumental que destaca por su atmósfera etérea y envolvente, evocando la sensación de volar entre las nubes.

“Brother Up in Heaven” 

Momento profundamente emotivo. El homenaje de Ian Bairnson siempre fue muy respetado en escena.

“So Far Away” – [interpretada por Neil Lockwood en vivo]

Una balada atmosférica que representa muy bien el lado espacial del disco.

“Luciferama” 

Clásica instrumental para poner al público en estado contemplativo. A menudo se combinaban en directo.

“Don’t Answer Me” 

Contraste alegre y melódico que aligera el ambiente tras las secciones introspectivas.

“Old and Wise” 

Una de las canciones más emotivas de todo el repertorio. Normalmente la canta Colin Blunstone o un vocalista invitado.

“Games People Play” 

Un cierre con energía. En vivo suena más potente que la versión de estudio.

“Blue Blue Sky (Part II)” 

Vuelta al punto de partida. Ideal para cerrar como lo hace el álbum: suave, nostálgico, reflexivo.

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BOOTLEG: ALAN PARSONS-LIVE IN PHOENIX, 14.10.1996 


El concierto de Alan Parsons Live Project en Phoenix el 14 de octubre de 1996 tuvo lugar en el Mesa Amphitheatre, Arizona, como parte de la gira promocional del álbum On Air, lanzado en septiembre de ese mismo año. Este evento es conocido entre los aficionados como un bootleg de dos discos, titulado Live in Phoenix (1996) .

Aunque no se dispone de una grabación oficial de este concierto, el repertorio incluyó una mezcla de éxitos clásicos de The Alan Parsons Project y temas del álbum On Air.

El espectáculo se caracterizó por una producción cuidada, con arreglos vocales complejos y una ejecución instrumental precisa. Alan Parsons, además de dirigir la banda, participó activamente tocando la guitarra y los teclados.

BOOTLEG: Alan Parsons Live Project 1997 - Tokyo, Japan

El concierto de Alan Parsons Live Project en el International Forum de Tokio el 4 de octubre de 1997 fue una destacada presentación en la que la banda ofreció una mezcla de sus clásicos más reconocidos y temas de sus trabajos más recientes. La grabación de este evento, aunque capturada por un asistente, es de notable calidad para tratarse de una toma de audiencia .

El setlist se dividió en dos discos:

Disco 1:

Sirius / Eye In The Sky

I Wouldn't Want To Be Like You

Can't Take It With You

Old And Wise

Money Talks / La Sagrada Familia

Days Are Numbers (The Traveller)

Prime Time

Limelight

Time

Turn It Up

Standing On Higher Ground

Blue Blue Sky II

I Can't Look Down

So Far Away


Disco 2:

Fall Free

Cloudbreak

Brother Up In Heaven

(The System Of) Dr. Tarr & Professor Fether

Psychobabble

Don't Answer Me

Presentación de la banda / You're Gonna Get Your Fingers Burned

Games People Play


👥 Formación de la banda

La alineación que acompañó a Alan Parsons en esta gira:

Alan Parsons – guitarra, teclados, voz y percusión

Stuart Elliott – batería

Ian Bairnson – guitarras y saxofón

John Giblin – bajo

Peter Beckett – voz y teclados

John Beck – teclados

Neil Lockwood – voz y guitarra

Este concierto formó parte de la gira del álbum On Air (1996). El evento fue especialmente significativo para los seguidores japoneses, quienes rara vez tenían la oportunidad de ver al grupo en directo.

Aunque no existe un lanzamiento oficial de este concierto, la grabación de audiencia ha circulado entre coleccionistas y aficionados, siendo valorada por su calidad y por capturar la esencia de una actuación enérgica y emotiva.

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sábado, 31 de mayo de 2025

PROXIMO ESPECIAL 15 DE JUNIO 2025 "Alan Parsons On Air"

Lanzado en 1996, On Air es el segundo álbum de estudio que Parsons firma en solitario, tras Try Anything Once (1993), y se siente como una continuación lógica, aunque con un enfoque más conceptual. Aquí, cada pista es una pieza cuidadosamente ensamblada en una narrativa que atraviesa épocas, desde los primeros sueños de Ícaro hasta la exploración espacial.

No te pierdas los BOOTLEGS, especialmente el MASTERIZADO por el Sr.X



miércoles, 14 de mayo de 2025

ESPECIAL MAYO 2025 "Supertramp – Crisis? What Crisis? (1975)"

Supertramp – Crisis? What Crisis? (1975)
El álbum que no busco salvar al mundo, solo acompañarte mientras todo se iba a la mierda.

Crisis? What Crisis? es el cuarto álbum de estudio del grupo británico Supertramp, publicado por la compañía discográfica A&M Records en septiembre de 1975. El álbum, que contó con la producción de Ken Scott al igual que en Crime of the Century, fue el primer trabajo del grupo grabado en los Estados Unidos, con varias sesiones organizadas en los A&M Studios de Los Ángeles. Obtuvo un éxito inferior a Crime of the Century al llegar al puesto veinte en la lista británica UK Albums Chart y al puesto 44 en la estadounidense Billboard 200.

Tanto el título como el concepto de la portada fueron ideados por Davies, tal y como relató John Helliwell: «Fue Rick a quien se le ocurrió el nombre de Crisis? What Crisis?, y un día, mientras estábamos sentados en Scorpio Studios, entró con ese bosquejo de un hombre sentado en una silla debajo de una sombrilla con todo ese caos alrededor de él».​ Crisis? What Crisis? aparece también en la película Chacal.

En junio de 2002, A&M Records reeditó una versión remasterizada de Crisis? What Crisis? junto al resto del catálogo musical del grupo entre 1974 y 1987.

Todas las canciones escritas y compuestas por Rick Davies y Roger Hodgson.

Cara A

«Easy Does It» Roger Hodgson 2:18

«Sister Moonshine» Roger Hodgson 5:14

«Ain't Nobody But Me» Rick Davies 5:14

«A Soapboax Opera» Roger Hodgson 4:54

«Another Man's Woman» Rick Davies 6:16

Cara B

«Lady» Roger Hodgson 5:24

«Poor Boy» Rick Davies 5:07

«Just a Normal Day» Rick Davies 4:02

«The Meaning» Roger Hodgson 5:23

«Two of Us» Roger Hodgson 3:27


Supertramp

Rick Davies: voz y teclados

John Helliwell: saxofón y coros

Roger Hodgson: voz, guitarras y teclados

Bob C. Benberg: batería y percusión

Dougie Thomson: bajo

Equipo técnico

Ken Scott: productor musical

John Jansen: ingeniero de sonido

Ed Thacker: ingeniero asistente

Richard Hewson: orquestación

Jay Messina: remasterización

Greg Calbi: remasterización

Disección del Álbum

Hay discos que te agarran por sorpresa, no porque te revienten los tímpanos con algo nuevo, sino porque se deslizan como quien no quiere la cosa, y cuando te das cuenta ya estás metido en su , mirando hacia el techo y preguntándote qué está mal —o bien— en tu vida. Crisis? What Crisis? es uno de esos. Es un disco que no grita, pero sí susurra con insistencia. No busca ser protagonista de tu día, pero termina colándose hasta en tus momentos más íntimos. Como una conversación tranquila pero profunda con alguien que no sabías que necesitabas escuchar.

Lanzado en 1975, este fue el cuarto álbum de Supertramp, y tuvo la difícil tarea de suceder al éxito inesperado de Crime of the Century. Es fácil olvidarse de lo pesado que puede ser el peso de las expectativas. Crisis? What Crisis? no intenta replicar la grandilocuencia de su antecesor. Más bien, se retira un poco, se mete en un cuarto menos iluminado, y desde ahí lanza reflexiones, ironías y melodías que, aunque más contenidas, siguen cargadas de una sensibilidad notable.

La portada ya te da pistas. Un hombre en silla de playa, bajo un parasol amarillo chillón, rodeado de un paisaje industrial gris y decadente. Es absurda, es irónica, y es exactamente lo que el álbum quiere decir: en medio del caos, fingimos que todo está bien. Ese es el tono: un equilibrio entre lo ligero y lo existencial, entre el sarcasmo y la melancolía.

Musicalmente, el álbum conserva ese ADN tan reconocible de Supertramp: teclados cálidos, saxos que aparecen como pequeños oasis emocionales, una percusión limpia y juguetona, y esa alternancia vocal entre Roger Hodgson y Rick Davies, que más que una lucha de egos, parece una conversación entre dos lados del mismo ser humano. Hodgson tiende a lo etéreo, a lo sensible. Davies es más terrenal, más ácido. Esa dualidad es una de las armas secretas de la banda.

Canciones como “Easy Does It” y “Sister Moonshine” abren el disco con una sensación pastoral,  pero con letras que ya insinúan un desencanto disfrazado de optimismo. Hay una ironía melódica constante: la música sonríe, pero las palabras levantan una ceja.

Luego vienen joyas como “Ain’t Nobody But Me”, donde Davies se despacha con una crítica a la hipocresía social, con un groove más marcado y urgente. O “Soapbox Opera”, una balada melancólica que parece sacada de una obra teatral en miniatura. Es una de esas canciones que no entiendes del todo, pero sientes que te está diciendo algo importante.

Quizá una de las más subestimadas del álbum sea “Another Man’s Woman”, un pequeño delirio de casi siete minutos, donde el piano juguetón se convierte en protagonista y el sarcasmo de Davies alcanza su pico. Hay una teatralidad en su entrega vocal que recuerda al cabaret, pero no uno glamoroso, sino uno decadente, con humo en el aire y miradas perdidas entre copas.

Lo que hace que Crisis? What Crisis? sea especial no es tanto la innovación (porque realmente no la busca) sino su honestidad emocional. Es un disco de gente que ya ha mirado al vacío, que ya sabe que el mundo no tiene sentido, pero aún así decide sentarse al piano y componer algo bello. Es una forma de resistencia tranquila. De arte en tiempos inciertos.

Y aunque en su momento fue recibido con tibieza, visto como un disco “menor” comparado con Crime of the Century o el posterior Even in the Quietest Moments..., con el tiempo ha ganado una especie de culto silencioso. Porque hay gente (y me incluyo) que prefiere estos discos imperfectos, más humanos, menos diseñados para impresionar. Discos que no necesitan gritar para decirte que el mundo está patas arriba.

Crisis? What Crisis? es un álbum que no busca salvar al mundo, pero sí acompañarte mientras todo se desmorona un poco. Tiene el encanto de lo introspectivo, lo irónico y lo melancólico, envuelto en una producción elegante y sin excesos. Es un disco que te habla si estás dispuesto a escuchar entre líneas, entre acordes, entre silencios.

Y quizás eso es lo más valioso que puede ofrecer un álbum: no darte todas las respuestas, pero hacerte sentir que no estás solo en tus preguntas.



 ANÁLISIS TEMA POR TEMA

1. Easy Does It

Abre el disco como si no quisiera molestar a nadie. Es un saludo amable, con una melodía dulce y un ambiente bucólico. Parece un suspiro resignado frente a un mundo que no entiende.

“Take it easy, son, take it easy...”

No es una canción brillante, pero cumple el rol de abrir la puerta a un mundo menos crispado que el del disco anterior.

2. Sister Moonshine

Aquí ya aparece el tono irónico. La música suena feliz, casi como un paseo por el campo, pero la letra es una crítica al escapismo religioso/espiritual.

“Oh, I believe in people, I ain't got no master plan...”

Hay un sarcasmo dulce, como quien sonríe mientras te dice que estás completamente perdido.

3. Ain’t Nobody But Me

Rick Davies entra con fuerza. Piano más agresivo, tono más oscuro. Aquí la crítica es más directa: hipocresía social, el juego de las apariencias.

“You think I’m just a lazy slob, getting by on lucky breaks.”

La interpretación vocal es cruda, con un groove muy bien armado. Es una respuesta seca a un mundo que juzga sin mirar de verdad.

4. Poor Boy

Una joya oculta. Swing ligero, saxofón relajado, una sensación de jazz lounge.

La letra muestra a un personaje resignado, que no tiene nada pero aún así parece encontrar consuelo en la simplicidad.

“I’m just a poor boy, I work with my hands...”

Hay una ternura aquí que rara vez se encuentra en otras canciones de la banda.

5. Just a Normal Day

Un diálogo entre Hodgson y Davies, en sus tonos contrastantes. Es una pequeña obra de teatro sobre la rutina, la desconexión emocional, la melancolía cotidiana.

“And I said I’m just a normal boy, who’s been thrown out in the rain...”

Una de las más tristes del disco. Los dos personajes cantan desde perspectivas opuestas que se cruzan sin tocarse. Magistral.

6. The Meaning

Es una especie de súplica espiritual, pero sin religión. Melódicamente encantadora, con un aire a himno.

“Why, why do we live, in this strange world?”

Es la canción más existencialista del álbum. No da respuestas, solo deja preguntas flotando.

7. Two of Us

Balada de amor sencilla, honesta, casi naïf. Muy acústica, minimalista. No es lo más potente del álbum, pero es un respiro entre tanto cuestionamiento existencial.

Ideal para un domingo por la tarde, cuando te estás acordando de alguien que fue importante.

8. Lady

Aquí vuelve un poco la energía. Es pop más directo, con una melodía muy pegadiza y letras sarcásticas sobre el amor y la dependencia emocional.

“Lady, you come across the water, well don’t you think you oughta?”

Funciona bien en vivo. Es de las más accesibles.

9. Soapbox Opera

Una mini-ópera, como su nombre lo dice. Hodgson se luce con una interpretación dramática y una estructura inusual.

“I want to cry... but my eyes can’t ever seem to stay dry.”

Está cargada de emoción, con arreglos muy teatrales. Una de las más complejas del álbum.

10. Another Man’s Woman

Cierra el disco con ironía y caos controlado. Davies se entrega a su personaje sarcástico, con un piano juguetón y un final apoteósico.

Es una mezcla entre cabaret y jam session de rock progresivo.

“I can’t sleep, I can’t sleep... I can’t sleep no more.”

Gran cierre, muy teatral y autoconciente. Como si el disco se quitara la máscara y te dijera: “Bueno, esto fue todo. Suerte allá afuera”.

CONCLUSIÓN:

Crisis? What Crisis? es el más humano y accesible de esta trilogía. No es el más redondo (Crime) ni el más elegante (Even in the Quietest Moments...), pero tiene algo que los otros no: una honestidad cálida, como de charla nocturna entre amigos.

Es un álbum para escucharse cuando no sabes si estás bien o mal, cuando estás en pausa, cuando todo parece ir “normal”, pero dentro hay ruido. Supertramp aquí no está en crisis... pero sí preguntándose si deberíamos estarlo.



Gira "Crisis? What Crisis?"  El viaje de una banda al filo del caos y la genialidad

Año: 1975-76.

La crisis no era solo un título irónico: era un estado de ánimo, un reflejo del mundo y, en parte, de ellos mismos.

Después del colosal éxito de Crime of the Century, Supertramp se encontraba en una encrucijada: ¿Cómo seguir adelante sin repetirse? ¿Cómo mantener esa chispa creativa sin quemarse por el camino? La respuesta fue Crisis? What Crisis?, un disco más introspectivo, menos brillante en la superficie, pero igual de profundo.

La gira comenzó con una mezcla de ilusión y agotamiento. Roger Hodgson, siempre espiritual y sensible, cargaba con un peso invisible: el deseo de decir algo más con su música. Rick Davies, el contrapeso perfecto, mantenía el barco a flote con su tono más crudo y terrenal. Juntos eran una tormenta perfecta.

Los ensayos fueron intensos. El sonido tenía que ser pulido, pero vivo. Y no era fácil: canciones como “A Soapbox Opera” o “Sister Moonshine” pedían más que ejecución; exigían emoción.

La primera noche fue en Liverpool, una ciudad con historia, energía y oídos exigentes. Cuando se apagaron las luces y comenzó a sonar “Easy Does It”, hubo un silencio reverente. No era un espectáculo, era una confesión colectiva.

La gira los llevó por todo el Reino Unido y Europa. En cada ciudad, un pequeño ritual: chequeo de sonido, cenas rápidas, entrevistas apresuradas, y luego... la magia.

En Ámsterdam, tras una noche particularmente intensa, Roger escribió unas líneas en su cuaderno:

“La gente canta ‘Dreamer’ como si fuera suya. Es suya. Ya no nos pertenece.”

Rick, por otro lado, bebía su whisky en el camerino, mirando al vacío antes de cada show, repitiéndose una y otra vez: “Keep it tight, Rick. Keep it tight.”

A veces dormían en hoteles lujosos, otras veces en autocares que olían a sudor y tabaco. Pero en el escenario, todo eso desaparecía. El público conectaba con su mezcla de melancolía y esperanza, de crítica social y belleza.

En París, la gira tocó techo. El Olympia tembló con cada acorde. Durante “Lady”, la voz de Roger se quebró brevemente, y esa imperfección hizo el momento perfecto. La audiencia enmudeció. Al terminar el show, hubo un silencio de un segundo, como si nadie quisiera romper el hechizo, y luego una ovación que pareció no tener fin.

Al terminar la gira en 1976, había cansancio en sus ojos, pero también una sensación de misión cumplida. Crisis? What Crisis? no fue el éxito comercial que esperaban, pero había sido auténtico, y eso valía más.

El tour fue un espejo de lo que eran: cinco músicos tratando de entender el mundo a través de su arte, compartiendo esa búsqueda con miles de personas cada noche.

Y aunque la historia de Supertramp seguiría con más éxitos y tensiones, la gira del Crisis? What Crisis? fue el punto en que dejaron de ser solo una banda… y se convirtieron en algo más: una voz para los tiempos inciertos.

BOOTLEGS

Supertramp -  Lady Tour 1976

Aunque no se dispone de información detallada sobre la procedencia exacta de esta grabación, es probable que contenga material de conciertos realizados en 1976, posiblemente en ciudades como Boston o Santa Mónica, donde se sabe que existen grabaciones de alta calidad de esa gira. 
El hecho de que esta edición esté limitada a 1000 copias la convierte en un objeto de colección valioso para los aficionados y coleccionistas de Supertramp. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, al tratarse de una grabación no oficial, su calidad de sonido puede variar y no está respaldada por la banda ni por su discográfica.

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Supertramp -  Lady Tour 1976
Limited Editon Of 1000 Copies
Recorded Live During The 1976 American Tour

1  School
2  Bloody Well Right
3  Sister Moonshine
4  Ain't Nobody But Me
5  Dreamer
6  Rudy
7  A Soapbox Opera
8  Lady

Supertramp - Live in Tokyo - May 29th, 1976 (late show)



Después de su exitosa gira por Europa y Estados Unidos, Supertramp decidió ir a Japón a dar 3 conciertos. Este es el famoso concierto y el último concierto de Supertramp en Japón. El concierto se filmó íntegramente en el estudio NHK 101 de Tokio con público real en vivo. John Heliwell describió al público japonés como muy tranquilo y tranquilo en comparación con el público de Europa y Estados Unidos. Tras el concierto, la banda se fue a Australia para finalizar su gira.
Aunque no existe una grabación oficial publicada de este concierto, algunos aficionados han mencionado la existencia de material audiovisual de calidad variable. En foros de seguidores, se ha comentado sobre la circulación de grabaciones de este evento, aunque su disponibilidad y calidad pueden ser limitadas .

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School
Bloody Well Right
Hide In Your Shell
Poor Boy
Dreamer
Rudy
Lady
Crime Of the Century

Supertramp [1976.03.20] Alien



El bootleg "Alien" de Supertramp es una grabación no oficial que captura un concierto de la banda durante su gira por Estados Unidos en 1976. Aunque comúnmente se atribuye al 20 de marzo de 1976 en el Santa Monica Civic Center, algunas fuentes sugieren que la fecha real podría ser el 31 de marzo o el 1 de abril de ese mismo año.

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Supertramp
'Alien'
Santa Monica Civic Center, 
Santa Monica, California, USA
March 20th, 1976

Broadcast Recording
Vinyl LP Source
Encoded: 192 Kbps MP3

Track List: 
01- School [6:14]
02- Bloody Well Right [6:11]
03- Sister Moonshine [6:02]
04- Ain't Nobody But Me [5:16]
05- Dreamer [3:36]
06- Rudy [7:35]
07- A Soap Box Opera [5:17]
08- Lady [6:10]

Supertramp - Soap Box Opera




Recorded Live in the USA, 1976  
Presentando su "Crisis? What Crisis?" aunque el grueso del concierto lo componen canciones de su album "Crime of the Century". Como nota interesante decir que aquí se cuela "From Now on"  canción de su siguiente disco "Even in the Quietest Moments..." disco 
que se publicaría un año mas tarde en 1977.
Source : FM 

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1. School
2. Bloody Well Right
3. Hide in your Shell
4. Sister Moonshine
5. From Now on
6. Soap Box Opera
7. Ain't Nobody But Me
8. Just a Normal Day
9. Dreamer
10. Rudy
11. If Everyone Was Listening
12. Crime of the Century

Time: 64:27 

Rick Davies: voz, piano, armónica y teclados
Roger Hodgson: voz, piano, guitarras y teclados
Dougie Thomson: bajo
Bob Siebenberg: batería y percusión
John Helliwell: saxofón, teclados, melódica y coros

Supertramp – Crisis? What Crisis? LIVE



El Sr. X lo ha vuelto a hacer. Desde la trinchera sonora del blog “Is There Anybody Out There?”, nos trae un bootleg hecho con mimo, pasión y buen oído:
👉 *Supertramp – Crisis? What Crisis? (Live Bootleg Compilation) 👈

Este no es cualquier recopilatorio: es una reconstrucción única y artesanal del mítico álbum de Supertramp, armado con grabaciones en directo cuidadosamente seleccionadas. Cada tema resuena con la energía cruda de los escenarios, capturando a la banda en su elemento más puro: el directo.

💡 ¿Por qué escuchar este bootleg?

Porque revive un clásico con una nueva piel.

Porque cada canción suena diferente cuando está viva, en un concierto.

Porque está hecho por un fan… para fans.

📝 Disponible ya en el blog. Pásate, descarga, escucha, comenta.
Y recuerda: la música no solo se escucha, se siente.

«Easy Does It»

«Sister Moonshine»

«Ain't Nobody But Me»

«A Soapboax Opera»

«Another Man's Woman»

«Lady»

«Poor Boy»

«Just a Normal Day»

«The Meaning»

«Two of Us»

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miércoles, 30 de abril de 2025

PROXIMO ESPECIAL 15 DE MAYO 2025 "Supertramp – Crisis? What Crisis?"

Crisis? What Crisis? es el cuarto álbum de estudio del grupo británico Supertramp, publicado por la compañía discográfica A&M Records en septiembre de 1975. El álbum, que contó con la producción de Ken Scott al igual que en Crime of the Century, fue el primer trabajo del grupo grabado en los Estados Unidos, con varias sesiones organizadas en los A&M Studios de Los Ángeles. Obtuvo un éxito inferior a Crime of the Century al llegar al puesto veinte en la lista británica UK Albums Chart y al puesto 44 en la estadounidense Billboard 200.

No te pierdas los BOOTLEGS, especialmente el MASTERIZADO por el Sr.X

 

lunes, 14 de abril de 2025

ESPECIAL ABRIL 2025 "PINK FLOYD "ANIMALS"

Animals: La Furia de Pink Floyd Contra el Mundo



Lanzado en enero de 1977, Animals es el décimo álbum de estudio de la icónica banda británica Pink Floyd. Este disco conceptual no solo muestra una evolución en su sonido respecto a Wish You Were Here, sino que también ofrece una crítica mordaz a la sociedad inglesa y al mundo industrializado de la época.

El álbum fue grabado en los estudios de la banda, Britannia Row, en Londres, en medio de un ambiente tenso. Durante la producción, comenzaron a surgir las primeras señales de conflicto interno que, años más tarde, llevarían a la salida de Roger Waters.

El álbum tuvo una gran acogida en el Reino Unido, alcanzando el número dos en ventas, y también fue un éxito en Estados Unidos, donde llegó al puesto número tres de la lista Billboard 200. Aunque solo permaneció en las listas estadounidenses durante seis meses, sus ventas constantes le han valido la certificación de platino en cuatro ocasiones.

En 1975, Pink Floyd decidió dar un paso importante y compró un edificio de tres pisos en el número 35 de Britannia Row, en Islington. Hasta entonces, habían disfrutado de tiempo ilimitado en los estudios de EMI a cambio de un pequeño porcentaje de sus ventas, pero ese acuerdo había llegado a su fin. Para seguir teniendo un espacio propio donde crear, transformaron el edificio en su propio estudio de grabación y almacén. La remodelación fue un proceso largo que ocupó gran parte de 1975, pero finalmente, en abril de 1976, la banda comenzó a trabajar en su décimo álbum de estudio, Animals, dentro de su recién inaugurado estudio.

Temas

«Pigs on the Wing 1» Waters Waters 1:25

«Dogs» Gilmour, Waters Gilmour, Waters 17:03

«Pigs (Three Different Ones)» Waters Waters 11:25

«Sheep» Waters Waters 10:25

«Pigs on the Wing 2» Waters Waters 1:23

41:41

Personal

Pink Floyd

David Gilmour — guitarra, bajo, voz, talk box, sintetizadores, voz principal en la primera mitad de "Dogs".

Nick Mason — batería, percusión.

Roger Waters — bajo, voz principal en el resto de canciones, guitarra acústica y guitarra rítmica.

Richard Wright — órgano Hammond, piano eléctrico Wurlitzer, piano eléctrico Fender Rhodes, clavinet Hohner, gran piano Yamaha, sintetizador ARP, Minimoog, coros.

Producción

Pink Floyd

Brian Humphries — ingeniería de sonido.

James Guthrie — productor de remasterización.

Roger Waters — diseño de portada.

Storm Thorgerson — diseño de portada (organización).

Aubrey Powell — diseño de portada (organización), fotografía.

Nick Mason — gráficos.

Peter Christopherson — fotografía.

Howard Bartrop — fotografía.

Nic Tucker — fotografía.

Bob Ellis — fotografía.

Rob Brimson — fotografía.

Colin Jones — fotografía.

E.R.G. Ámsterdam — diseño del "cerdo inflable".

Doug Sax — remasterización.

Snowy White — guitarra líder en "Pigs on the Wing" (sólo versión 8-pistas).

Reediciones

Animals se lanzó originalmente a través de Harvest Records en el Reino Unido y de Columbia Records en Estados Unidos, aunque fue reeditado en CD en 1985 y en Estados Unidos en 1987. En 1994 se volvió a reeditar con una remasterización digital (CD) y nueva presentación​ y como LP digitalmente remasterizado en 1997.​ Ese mismo año se lanzó una edición especial por el 20.º aniversario de su lanzamiento en Estados Unidos, seguido de una reedición de Capitol Records en el año 2000.​ El álbum también se incluye en las cajas recopilatorias Shine On y Oh, By the Way de 2007 y en la serie de relanzamientos Why Pink Floyd...? de 2011, tanto en la caja como en un CD de edición 'Discovery' independiente..

En una entrevista de abril de 2020, Waters dijo que había presionado para el lanzamiento de un vinilo remezclado y remasterizado de Animals de James Guthrie , pero que había sido rechazado por Gilmour y Mason. En junio de 2021, Waters lanzó un comunicado anunciando un nuevo lanzamiento con mezclas estéreo y surround 5.1. Waters citó una disputa con Gilmour sobre un conjunto de notas escritas por Mark Blake como la razón del retraso, y publicó las notas rechazadas en su sitio web. El remix fue lanzado el 16 de septiembre de 2022, en vinilo, CD y Blu-ray, El 7 de octubre de 2022 se lanzó una edición limitada de lujo desplegable con las copias en vinilo, CD, Blu-ray y DVD del remix, además de un libro de 32 páginas. El 16 de septiembre de 2022 se lanzó exclusivamente a través de Acoustic Sounds un SACD híbrido multicanal de los remixes estéreo y surround. La banda lanzó el remix de 2018 de «Dogs» como sencillo digital el 22 de julio de 2022. La reedición alcanzó el puesto número 21 en el Billboard 200 (su mejor posición desde marzo de 1977).






"Animals": El álbum que marcó un cambio en Pink Floyd

Enero de 1977. Londres es fría y gris, pero en el estudio de Britannia Row, Pink Floyd está ardiendo. No es la euforia creativa de The Dark Side of the Moon (1973), ni la introspección melancólica de Wish You Were Here (1975). Esta vez, la banda está furiosa.

Roger Waters ha estado mirando el mundo con desencanto, y lo que ve no le gusta: un Reino Unido podrido por la desigualdad, una sociedad dividida entre explotadores y explotados, un sistema que convierte a las personas en simples engranajes de una máquina cruel. La rabia es el combustible de Animals, un álbum que, bajo su metáfora animal, es un grito de protesta disfrazado de rock progresivo.

El concepto de Animals está inspirado en Rebelión en la Granja, la novela de George Orwell. Waters toma la idea y la lleva más lejos: divide a la sociedad en tres arquetipos animales.

Los perros: implacables ejecutivos y empresarios, agresivos, competitivos, siempre al acecho.

Los cerdos: la élite política y religiosa, corruptos y condescendientes, gobernando con hipocresía.

Las ovejas: la masa obediente, explotada, resignada a su destino hasta que un día despierta.

A diferencia de los anteriores álbumes de la banda, donde las letras eran más abstractas o poéticas, aquí Waters no se guarda nada. Su pluma es ácida, su voz escupe las palabras con resentimiento, y la música—pesada, oscura, agresiva—acompaña el golpe.

Pink Floyd ya no suena etéreo ni cósmico. No hay largas exploraciones espaciales como en Echoes ni delicadas melodías como en Wish You Were Here. Aquí todo es más afilado, más tenso, más inmediato.

"Pigs on the Wing" (Partes 1 y 2): Un respiro en el caos, un pequeño tema acústico que, en el fondo, es una historia de amor en medio del desastre.

"Dogs": El plato fuerte del álbum. Diecisiete minutos de cinismo y desesperación. David Gilmour brilla aquí: su guitarra ladra, gime, se retuerce. La letra describe la vida de un perro de negocios, siempre en busca de presas, hasta que la vejez lo alcanza y muere solo.

"Pigs (Three Different Ones)": Waters se burla de los poderosos con su tono más sarcástico. Su bajo es punzante, los sintetizadores de Wright se vuelven burlescos, y la guitarra de Gilmour se enrosca en riffs venenosos.

"Sheep": La oveja que despierta y se rebela. El ritmo acelera, la canción explota en una tormenta de teclados y guitarras. El final es apoteósico: "Bleat, bleat, bleat!", grita Waters, y la revolución comienza.

Pero detrás de la música, las cosas no iban bien. Waters empezaba a tomar el control absoluto de la banda, y la tensión con Gilmour y Wright era palpable. Wright, que había sido clave en el sonido de Floyd, casi no contribuye en este álbum. Gilmour, aunque brilla en la guitarra, se siente relegado. El ambiente era frío, distante, y sería solo un adelanto del caos que vendría con The Wall (1979).

Aun así, Animals es un triunfo. No vendió tanto como The Dark Side of the Moon, pero su impacto fue enorme. Era un disco incómodo, un golpe a la realidad, un reflejo de una banda en su punto más crítico y de una sociedad al borde de un colapso.

Para promocionar el álbum, Pink Floyd organizó una sesión de fotos con un enorme cerdo inflable sobrevolando la Battersea Power Station. Pero algo salió mal: el cerdo se soltó y terminó flotando por el cielo de Londres, causando el caos en el tráfico aéreo. Una metáfora accidental, pero perfecta para un álbum que desafiaba el orden establecido.

Hoy, Animals sigue siendo un disco de culto. Su sonido áspero y su mensaje siguen resonando, quizás más que nunca. La sociedad sigue dividida entre perros, cerdos y ovejas, y la rabia de Waters sigue siendo tan relevante como en 1977.

In the Flesh Tour

En 1977, Pink Floyd emprendió una de sus giras más ambiciosas hasta la fecha: In the Flesh Tour, la serie de conciertos que promocionaba su álbum Animals. Fue una gira intensa, grandiosa en producción, pero también el principio del colapso interno de la banda. Para Roger Waters, esta experiencia fue tan amarga que inspiró The Wall (1979), el álbum donde plasmaría su alienación total del público y de sus propios compañeros.

La gira se dividió en dos partes:

Estados Unidos y Canadá (enero – julio de 1977)

Europa (enero – marzo de 1977)

A diferencia de giras anteriores, la producción de In the Flesh fue descomunal. Pink Floyd ya no era una banda psicodélica tocando en teatros oscuros; eran gigantes del rock progresivo, y su show lo reflejaba.

El Espectáculo

Se usaron enormes pantallas y efectos visuales más elaborados que nunca.

El famoso cerdo inflable de la portada de Animals apareció en escena.

En algunos shows, lanzaron ovejas inflables al público.

Los altavoces cuadrafónicos creaban un sonido envolvente único.

Sin embargo, todo este despliegue visual no evitó un problema fundamental: la audiencia de Pink Floyd había cambiado. Ya no eran solo oyentes de rock progresivo atentos a los matices de cada canción. Ahora había un público más joven y eufórico, influenciado por el auge del punk, buscando algo más visceral. Muchos no prestaban atención a la música, gritaban en los momentos equivocados y lanzaban fuegos artificiales en pleno concierto.

La tensión llegó a su punto máximo el 6 de julio de 1977, en el Estadio Olímpico de Montreal. Waters estaba harto de la multitud ruidosa y de la falta de conexión con el público. En medio del concierto, un fan insistente se acercó demasiado al escenario, y Waters, en un acto de pura frustración, le escupió en la cara.

Este fue el punto de quiebre. Para Waters, la barrera entre la banda y el público se había vuelto insalvable. Se sentía aislado, distante, prisionero de su propio éxito. Esa sensación se convertiría en la semilla de The Wall, la historia de un músico que construye un muro metafórico entre él y el mundo.

Si bien la gira fue un éxito financiero, a nivel interno fue desastrosa.

Rick Wright se volvió aún más distante del grupo, sintiéndose marginado.

Nick Mason estaba físicamente agotado por la intensidad del tour.

David Gilmour empezó a sentirse incómodo con el dominio creativo de Waters.

De hecho, Gilmour llegó a un punto en el que se negó a tocar en los bises de los últimos conciertos, harto de la rutina y del ambiente tóxico.

Tras la gira, Waters no pudo olvidar lo ocurrido. Se obsesionó con la idea de la alienación y de la barrera emocional entre el artista y el público. Poco después, presentó a la banda dos conceptos para un nuevo álbum:

The Wall

The Pros and Cons of Hitch Hiking (que luego lanzaría como solista en 1984).

Pink Floyd eligió The Wall, y así nació el álbum más ambicioso de su carrera.

La In the Flesh Tour fue mucho más que una serie de conciertos: fue el evento que rompió a Pink Floyd emocionalmente y marcó el rumbo de su futuro. Sin ella, The Wall no existiría, y sin The Wall, la historia de Pink Floyd sería completamente diferente.

Al final, la ira y la frustración de Waters se convirtieron en arte, pero también en el principio del fin para la banda.

BOOTLEG

PINK FLOYD OAKLAND 1977




1 Sheep
2 Pigs On The Wing (Part 1)
3 Dogs
4 Pigs On The Wing (Part 2)
5 Pigs
6 Shine On You Crazy Diamond (Parts 1-5)
7 Welcome To The Machine
8 Have A Cigar
9 Wish You Were Here
10 Shine On You Crazy Diamond (Parts 6-9)
11 Money
12 Us And Them
13 Careful With That Axe, Eugene
14 Blues
Live at Alameda Coliseum Oakland, CA U.S.A May 9, 1977
Live At Olympic Stadium Montreal, Quebec, Canada July 6, 1977 (track 4 of Disc 3)

La noche en que Oakland flotó con Pink Floyd (9 de mayo de 1977)

El aire en el Oakland Coliseum la noche del 9 de mayo de 1977 estaba cargado de expectativas y un leve olor a hierba flotaba entre la multitud. Más de 15,000 almas se congregaron para presenciar a Pink Floyd en su gira In the Flesh, un espectáculo que prometía ser mucho más que un simple concierto: era una experiencia sensorial, un viaje alucinante a través del sonido, la luz y la mente.

Aquel 1977 era un año convulso. Mientras el punk explotaba en el Reino Unido con su energía cruda y visceral, Pink Floyd se encontraba en su propia odisea sonora, impulsados por la rabia y la alienación que sentían hacia la industria musical y el mundo en general. Animals, su más reciente álbum, había sido una bofetada a la sociedad, una feroz crítica dividida en tres figuras alegóricas: los perros, los cerdos y las ovejas. Y aquella noche en Oakland, todo cobró vida.

Cuando las luces se atenuaron, un murmullo expectante recorrió el recinto. De pronto, el inconfundible sonido de balidos electrónicos y sintetizadores envolvió a la audiencia. Era el inicio de Sheep, la primera pieza de la noche. La interpretación fue intensa y casi hipnótica, con Richard Wright moldeando sonidos etéreos mientras la voz de Roger Waters emergía de la oscuridad como un profeta desencantado.

Sin respiro, los primeros acordes de Dogs llenaron el aire, con David Gilmour en el centro del escenario, su Stratocaster lanzando notas precisas y letales como dagas. La pieza, de 17 minutos, fue una muestra del virtuosismo y la química de la banda. La audiencia se dejaba llevar por el vaivén de la melodía, a ratos serena y a ratos explosiva, mientras las pantallas proyectaban imágenes abstractas y distópicas que acentuaban la sensación de paranoia.

El momento más impactante de la primera parte del concierto llegó con Pigs (Three Different Ones). Sobre el escenario, Roger Waters parecía poseído por una rabia genuina mientras escupía cada línea de la canción con desprecio. Entonces, apareció el icónico cerdo inflable gigante, flotando sobre la multitud con ojos rojos brillantes, como un símbolo ominoso de poder y corrupción. La reacción del público fue instantánea: vítores, gritos y un éxtasis colectivo que convirtió el Coliseum en un hervidero de emociones.

Después de un breve intermedio, la banda regresó para interpretar casi en su totalidad Wish You Were Here, transportando a los asistentes a un nivel más introspectivo y melancólico. Shine On You Crazy Diamond fue una oda a Syd Barrett, el genio perdido de la banda. Gilmour, con su inconfundible fraseo de guitarra, parecía dialogar con el espíritu ausente de su antiguo compañero. La nostalgia impregnó el aire y, por unos momentos, miles de personas compartieron la misma sensación de pérdida y anhelo.

Cuando sonaron los primeros compases de Wish You Were Here, el estadio entero se unió en un coro espontáneo. No importaba si alguien tenía una gran voz o si desafinaba: todos cantaban desde el alma, sintiendo cada palabra como propia.

El cierre fue espectacular. Pink Floyd desató toda su artillería visual y sonora con selecciones de The Dark Side of the Moon. Money convirtió el Coliseum en un mar de cuerpos en movimiento, con su inconfundible riff y su ritmo pegajoso. La banda, perfectamente sincronizada, demostraba por qué eran considerados los arquitectos del sonido progresivo. Luego, Us and Them sumió a la audiencia en un trance hipnótico, con saxofón flotante y teclados que parecían venir de otra dimensión.

Finalmente, tras una explosión de luces y efectos visuales psicodélicos, Pink Floyd se despidió con Eclipse. No hubo palabras de despedida, solo la música hablando por sí misma. Y cuando la última nota se desvaneció en el aire, el público quedó en un silencio reverencial antes de estallar en aplausos interminables.

Cuando la multitud comenzó a dispersarse, una sensación de incredulidad flotaba en el ambiente. Lo que se había vivido esa noche en Oakland no era solo un concierto, sino una comunión colectiva con algo más grande que todos los presentes. Pink Floyd no solo había tocado música, había construido un universo sonoro, un espejo donde cada persona pudo verse reflejada por un instante.

Años después, quienes estuvieron allí seguirían recordando aquella noche como una de las más grandes en la historia del rock. Y es que en 1977, en Oakland, Pink Floyd no solo ofreció un espectáculo; tejieron una experiencia que, para muchos, sigue resonando en algún rincón de su memoria.

REMASTERIZADO POR EL SR.X, DISFRUTA DEL MEJOR SONIDO DE LA GIRA "IN THE FLESH"

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